Arico es el segundo mayor municipio en territorio de Tenerife, y uno de los menos poblados y explotados. Su población en el año 2011 era de 7.924 habitantes, frente a 4.596 en 1975. La densidad de población es de 39,74 Hab/Km2 una de las más bajas de la Isla.
Hasta los años sesenta del siglo XX, fue un municipio esencialmente agrícola y de muy baja renta. A partir de esas fechas, la agricultura de subsistencia decae de forma notable, pero el municipio no entra en el circuito de la agricultura capitalizada y del turismo que hizo prosperar a los municipios del norte y sur de la isla. Por ello ha devenido la zona más deprimida de la isla desde el punto de vista económico y demográfico.
Sin embargo, esa situación desplazada con respecto a los motores de la economía insular le ha permitido conservar grandes reservas de suelo. Reservas aptas para acoger nuevas actividades e iniciativas como la instalación de plantas de energías eólica y solar, cultivos intensivos o gestión de residuos, que no pueden ubicarse en otras partes de la isla por problemas normativos, urbanísticos, de precio de suelo, o de competencia con otras actividades más rentables.
La estructura territorial del ámbito está conformada por dos sistemas de núcleos poblacionales de pequeño tamaño, ubicados en líneas paralelas a distinta cota: el sistema de núcleos costeros articulados por la autopista TF-1, y el sistema de núcleos tradicionales de medianías, articulados en torno a la carretera general del sur. Mientras los núcleos de la medianía tradicionales se despueblan o, a lo sumo, mantienen un discreto crecimiento, los núcleos de la costa nacidos a partir de los años ochenta del siglo XX, disparan su población multiplicándola por más de dos entre 1996 y 2006.
La propuesta se basa en el reconocimiento y reordenación de los núcleos existentes y de los procesos tan diversos que en ellos se desarrollan. En el suelo rústico, se ha realizado un reconocimiento de las áreas que deben ser protegidas por sus valores ambientales, para deslindarlas de aquellas otras que pueden y deben acoger actividades productivas con alto poder de transformación.